1.- Texto de autor Anónimo publicado el 2018/11/01 en el Blog de Campos bajo el título Día de los difuntos
"Rescatando el
sentido de este día de entre las insulsas calabazas y falsas telarañas,
propongo un brindis por los que ya no están.
Por los abuelos,
padres, tíos, primos, hermanos...
Por los amigos y
amores que se fueron tan de mañana..
Ya son polvo de
estrellas pero mantienen sus lares en nuestro corazón.
A todos y cada uno
de ellos, un cálido recuerdo y tres palabras: gracias, perdón, os quiero.
Por los que no están
con nosotros.
Por los que faltan y
dejaron su ausencia escritas en recuerdos.
Por aquellos que
dejaron de ver nuestros ojos y nosotros los suyos, por aquellos que el corazón
les falló y dejaron de escribir notas en la partitura de nuestra vida.
Por aquellos que
prometieron ser felices y murieron luchando por conseguirlo, por aquellos que
no llegaron a serlo y por aquellos que murieron con una sonrisa en la cara tras
años, y miles de recuerdos vividos.
Acordémonos
verdaderamente de ellos, los Santos de nuestras vida.
Feliz día de Todos Los
Santos."
2.- En el artículo Mis muertos, de Mario Vargas Llosa, publicado en el Diario La Verdad de Tamaulipas, el
2018/11/02, "...Hoy este espacio lo
comparto con Ernestina Olmedo Núñez, docente de profesión que escribe sobre el
tema lo siguiente:
Mis muertos no
descansan porque habitan en mi corazón, día a día, segundo tras segundo son el
motor de mi vida.
Mis muertos no habitan tumbas ni nichos de alguna iglesia, están en su sillón de siempre. En sus abrazos y miradas de amor, en sus recetas de cocina, en sus olores terrenales que me hace sentirlos muy pegados a mis hombros y a mi corazón.
Mis muertos volaron y siguen volando como colibrí alrededor de mi persona, son mis ángeles, mis protectores. Alados que rechazan las hirientes balas del enemigo y manifestaciones negativas que puedan afectar mi corazón.
Mis muertos son mi brújula, las estrellas del cielo que me marcan las rutas y los rumbos a seguir.
Mis muertos tienen vida eterna y me llevan de la mano, me miran y me observan, acarician mi espíritu y motivan mi espíritu de lucha.
Mis muertos necesitan de mi alegría por vivir, porque con eso les doy vida, los mantengo vigentes en mi ser.
Por eso mis muertos son seres más vivos que muchos vivos terrenales y de mi depende que disfruten de esta vida que dejaron ante el llamado de nuestro señor.
Por eso yo no le lloro a mis muertos, por eso la lagrima que escurre en mis mejillas es de felicidad, porque mis muertos no se han ido, están en mi!
Mi vida, mis emociones, mi realidad y mi trascendencia, es de ellos. Mis muertos solo dejaron de existir para el resto de la humanidad, pero ellos viven en mí y yo vuelo junto con ellos en esta vida bella que Dios nos dio.
Hoy no visito tumbas, ni enciendo veladoras. Hoy solo revivo sus recuerdos y me abrazo con ellos en mi desayuno, y mi corazón se regocija de compartir con ellos mi primera taza de café, de esta día de muertos que hoy habitan en mi!"
Mis muertos no habitan tumbas ni nichos de alguna iglesia, están en su sillón de siempre. En sus abrazos y miradas de amor, en sus recetas de cocina, en sus olores terrenales que me hace sentirlos muy pegados a mis hombros y a mi corazón.
Mis muertos volaron y siguen volando como colibrí alrededor de mi persona, son mis ángeles, mis protectores. Alados que rechazan las hirientes balas del enemigo y manifestaciones negativas que puedan afectar mi corazón.
Mis muertos son mi brújula, las estrellas del cielo que me marcan las rutas y los rumbos a seguir.
Mis muertos tienen vida eterna y me llevan de la mano, me miran y me observan, acarician mi espíritu y motivan mi espíritu de lucha.
Mis muertos necesitan de mi alegría por vivir, porque con eso les doy vida, los mantengo vigentes en mi ser.
Por eso mis muertos son seres más vivos que muchos vivos terrenales y de mi depende que disfruten de esta vida que dejaron ante el llamado de nuestro señor.
Por eso yo no le lloro a mis muertos, por eso la lagrima que escurre en mis mejillas es de felicidad, porque mis muertos no se han ido, están en mi!
Mi vida, mis emociones, mi realidad y mi trascendencia, es de ellos. Mis muertos solo dejaron de existir para el resto de la humanidad, pero ellos viven en mí y yo vuelo junto con ellos en esta vida bella que Dios nos dio.
Hoy no visito tumbas, ni enciendo veladoras. Hoy solo revivo sus recuerdos y me abrazo con ellos en mi desayuno, y mi corazón se regocija de compartir con ellos mi primera taza de café, de esta día de muertos que hoy habitan en mi!"
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