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sábado, 14 de septiembre de 2019

Abogados vs. Abuela


Autor Anónimo


"Los Abogados jamás deberían hacerle una pregunta a una abuela, si no se encuentran preparados para la respuesta.

Dicen que, durante un juicio en un pequeño pueblo, el abogado acusador llamó al estrado a su primera testigo, una mujer de avanzada edad.

El abogado se acerca y para comprobar su estado mental, le pregunta: 'Sra. Sánchez: ¿sabe usted quién soy?'

Ella, con la calma que dan los años, le respondió: 'Si señor Vargas. Lo conozco desde que era un niño, y francamente le digo que usted resultó ser una gran decepción para sus padres.  Siempre miente, cree saberlo todo, es muy prepotente, abusivo, engaña a su esposa y lo peor de todo, es que manipula a las personas, se cree el mejor de todos cuando en realidad usted es nadie. Sí señor, lo conozco muy bien.....'

Un pesado silencio invadió la sala...  El Abogado se quedó perplejo, sin saber exactamente qué hacer. Reaccionando después de un momento, apuntó hacia la sala y le preguntó a la anciana: '¿Conoce Ud al abogado de la defensa?'

Nuevamente y con la misma calma, ella le respondió: 'Claro que conozco al Sr. García desde que era un niño, su madre viuda tampoco está orgullosa de él; se parece mucho a usted, pero además es un zángano, tramposo y corrupto.  Desde chiquillo fué flojo y para su desgracia, tiene problemas con la bebida: apenas se toma unos tragos, le sale lo degenerado.  No puede tener una relación normal con nadie y junto con usted, son los peores abogados de la región, sin mencionar que engaña a su esposa con tres mujeres, una de ellas la esposa suya. Sí señor, conozco al Sr. García.

El abogado de la defensa casi cae muerto.

Entonces, el Juez llama a los dos abogados para que se acerquen al estrado, y les dice:

'Si alguno de ustedes, le pregunta a ésta vieja si me conoce a mí
¡¡Los mando a la Silla Eléctrica!!'"



En ese momento se debe acudir al poema Se llama calma

"Se llama calma y me costó muchas tormentas. 

Se llama calma y cuando desaparece…. salgo otra vez a su búsqueda. 

Se llama calma y me enseña a respirar, a pensar y repensar. 

Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar. 

 

Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría. 

Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar. 

Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar. 

Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.

 

Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar. 

Se llama calma y con nada se paga, no hay moneda de ningún color que pueda cubrir su valor cuando se hace realidad. 

Se llama calma y me costó muchas tormentas y las transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar. 

Se llama calma, la disfruto, la respeto y no la quiero soltar …

 

Dalai Lama"

 


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