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martes, 29 de octubre de 2019

La Lengua



Artículo publicado en, Las lenguas de Esopo




"Esopo, considerado el padre de la fábula, era un esclavo frigio que vivió en el siglo V antes de Cristo.

Uno de sus amos, Xantus, le ordenó que fuera al mercado y le trajese el mejor alimento que encontrara para agasajar a importantes invitados. Esopo compró solamente lengua y la hizo aderezar de diferentes modos. Los convidados se hartaron de comer lo que saborearon como un manjar. Cuando quedó solo, Xantus le preguntó qué era eso tan delicioso.

-Me pediste lo mejor -dijo Esopo- y traje lengua. La lengua es el fundamento de la filosofía y de las ciencias, el órgano de la verdad y la razón. Con la lengua se instruye, se construyen las ciudades y las civilizaciones, se persuade y se dialoga. Con la lengua se canta, con la lengua se reza y se declara el amor y la paz. ¿Qué otra cosa puede haber mejor que la lengua?

Pocos días después, Xantus le dijo que llegarían unos visitantes desagradables a los que debería atender por protocolo, pero quería manifestarles su disgusto sirviéndoles una mala comida.

-Trae del mercado lo peor que encuentres- le recomendó.

Esopo trajo lengua y la hizo preparar con un sabor tan desagradable que repugnó a los comensales.

-¿Qué porquería es esa que serviste?- le preguntó Xantus.

-Lengua -contestó Esopo-. La lengua es la madre de todos los pleitos y discusiones, el origen de las separaciones y las guerras. Con la lengua se miente, con la lengua se calumnia, con la lengua se insulta, con la lengua se rompen las amistades. Es el órgano de la blasfemia y la impiedad. No hay nada peor que la lengua.

La lengua es un arma de doble filo. ¿Cuál prefieres?"




Editor: Jorge Ignacio Covarrubias, secretario de la ANLE (Academia Norteamericana de la Lengua Española).



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