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miércoles, 10 de agosto de 2022

Lo que se encuentra en el suelo es de quién lo encuentra

 


"Hoy fui al Supermercado con la prudencia de la nueva normalidad. Mascarilla, gel y distancia de seguridad.

Hice mi compra que era pequeña, y cuando estaba en la fila para pagar, entre buscar el dinero y guardar el celular se me cayó mi billete de $20 que tenía para pagar, y el señor que estaba al frente mío terminando de pagar sus compras en la caja, lentamente se agachó y agarró mi billete.

“Cuánta gentileza en tiempos de pandemia" pensé. Le extendí mi mano esperando que me lo diera, tratando de estar lejos para que se sintiera seguro mientras le agradecía el gesto. Hasta que el señor me dice lo siguiente:

"¡Lo que se encuentra en el suelo es de quién lo encuentra!".

De repente, él se fue... naturalmente, como si nada malo hubiera pasado.

Miré a la persona que estaba detrás de mí y a las que estaban al lado y ellas me respondían con una mirada atónita e incrédula, susurrando cosas entre sí.

Me dio una rabia casi incontrolable!

No me hubiera costado nada darle los $20 si me los hubiera pedido, pero que me tome por idiota...me puede, quería hacer justicia por cuenta propia...¡Me entró el mal genio que habita en mí!

Ni siquiera pensé en la pandemia!😓.

Dejé mis compras porque no había forma de pagarlas (había dejado mi tarjeta en casa), y me fui tras él hasta el parqueadero para que me devolviera mi billete.

Cuando me di cuenta, las personas que estaban más cercanas en la cola vinieron tras de mí, curiosos por saber qué pasaría...

Y medio se armó el alboroto, la gente comenzó a juntarse. El viejo me miró con desprecio y actuó como si fuera invisible.

Cuando llegó a su coche, colocó lentamente sus dos bolsas en el suelo para buscar la llave y abrir el maletero

Pensé: “Es ahora o nunca!"...

Le agarré las bolsas de compras y le dije sus mismas palabras: "Lo que se encuentra en el suelo es de quien lo encuentra!" y salí corriendo por el parqueadero hacia la salida entre el susto y la risa, orgullosa de la revancha.

Los mirones comenzaron a aplaudir; Ví que el hombre se enojó y salió del parqueadero tumbando los conos por su camino.

Sentí ese pico de adrenalina, susto y nerviosismo, pero después casi me ahogo de la risa (de esas nerviosas), y me fui...

Cuando llegué a la casa, abrí las bolsas y encontré:


-2 kg de lomo de res
-1 kg de salmón
-Aceitunas verdes y negras
-Jamón, queso y yogures de dos sabores
-1 pan integral
-1 botella de aceite de oliva virgen extra
-2 botellas de vino blanco
-2 frascos de nutella
-2 kg de chorizo parrillero
-12 panes franceses
-1 frasco de mayonesa
-1 frasco de mostaza
-1/4 de queso
-1/4 de jamón

Nunca en la historia de mis compras fueron tan bien aplicados y rentables $20 como los que me robó el viejo loco.

Y ahora aquí estoy... tomándome un vinito, comiendo y pensando mientras escribo: ¿soy una justiciera o una persona vengativa?

¿Lo leíste hasta aquí?

Obviamente esto no es real. ¡Estamos en una campaña de promoción a la lectura!

La lectura estimula nuestra mente e imaginación, nos hace viajar a otros lugares y ayuda en la comunicación.

Comparte y roba una sonrisa de tus amigos."

 


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