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domingo, 3 de diciembre de 2023

National Geographic Münchhausen: el gran mentiroso del siglo xviii

 


 
La figura histórica de este noble y militar alemán ha sido eclipsada por la de su alter ego ficticio, que se ha convertido en uno de los personajes más conocidos de la literatura
 

 

Una persona oculta bajo el personaje

Carl Friedrich on Münchhausen fue un hombre fuerte, enérgico e incluso apuesto. Este retrato de G. Bruckner del barón luciendo el uniforme de los coraceros de Riga se ha convertido en la más fiel de las escasas imágenes conservadas. Sobre su persona no han llegado hasta nosotros descripciones fieles, ya que la ficción literaria ha confundido al personaje real con el de ficción. Sí se sabe por algunos documentos del archivo familiar que fue un hombre de gran talento, noble, leal, muy culto y con una buena capacidad de improvisación, además de un gran aficionado a la caza.
 
 


Las historias más increíbles del barón

La fama literaria del barón de Münchhausen se debe a la compilación de sus aventuras que hicieron Rudolf Raspe y Gottfried Bürger. Estos autores no se limitaron a poner por escrito los relatos del barón, sino que añadieron elementos de cuentos populares conocidos desde tiempos remotos. Las mejores historias, las más satíricas y poéticas, proceden con toda seguridad de la pluma de Bürger, que nos ha legado la versión más conocida. 
 
 


Vuelo sobre una bala de cañón

La cabalgada a lomos de una bala de cañón durante una de las muchas batallas en las que se vio envuelto es la imagen más emblemática del barón.  
 
 
 

Una puntería increíble

El barón tuvo que cortar la brida que mantenía atado a su caballo a lo alto de un campanario de un disparo en el primer relato de sus aventuras.

 

 





Medio caballo

Al girarse después de que su caballo bebiese sin saciarse vio que al animal le faltaba la mitad del cuerpo y perdía el agua por detrás.

 

 



Historias de caza

Después de unir una ristra de patos a un hilo a modo de collar de perlas éstos se pusieron a volar y lo llevaron de vuelta hasta su casa.



Aventuras subacuáticas

En sus aventuras, el barón recorrió todo el mundo y se adentró en viajes subterráneos y también bajo el agua, donde vio criaturas extraordinarias.




Barra de mando otomana. Museo de la Armada, París.
 
 

 

El poeta Bürger

Gottfried August Bürger era un escritor consagrado cuando publicó su versión de las aventuras del barón de Münchhausen en 1786. Nacido en 1747, fue profesor de estilo y filosofía kantiana en la Universidad de Göttingen donde, junto con otros profesores, participó en una corriente poética precursora del Romanticismo.


El barón de Münchhausen fue una persona de carne y hueso, pero no voló sobre una bala de cañón ni bailó dentro del estómago de una ballena ni viajó a la Luna y conoció a sus habitantes como narran sus historias. Que hoy en día la figura histórica de Münchhausen esté prácticamente olvidada se debe a su alter ego literario. La publicación en 1786 del libro Las aventuras del barón de Münchhausen, escrito por el poeta Gottfried August Bürger, convirtió a un reconocido noble y militar en un extravagante personaje literario y un mentiroso compulsivo.
 
Carl Friedrich Freiherr (barón) von Münchhausen nació en 1720 en Bodenwerder, una acogedora localidad del centro de Alemania, en el estado de Hannover. Siguiendo la costumbre de la nobleza, a los 13 años entró a servir en el regimiento de coraceros del príncipe Anton Ulrich von Braunschweig. Su buen comportamiento hizo que ascendiera a corneta y, poco tiempo después, a teniente. Los lazos familiares de Anton Ulrich –casado con una sobrina de la zarina Anna– lo llevaron a intervenir en las guerras que el Imperio ruso mantenía por aquel entonces con Turquía. El barón se alistó a las órdenes del príncipe y fue enviado a Riga, desde donde participó en las campañas de 1740 y 1741.

Según los informes militares que se conservan, el barón actuó de forma valerosa e incluso cuando el príncipe de Braunschweig fue encarcelado en 1741, Münchhausen continuó formando parte del regimiento al servicio del ejército ruso, con tanto éxito que la emperatriz Elisabeth lo ascendió a capitán por su valentía y por los servicios prestados gracias a sus conocimientos en otros campos, pues sabía leer y escribir, algo que no era muy común entre los nobles de la época.

En 1744, Münchhausen contrajo matrimonio con la hija de un noble terrateniente letón y en 1750 regresó con ella a sus posesiones de Bodenwerder, donde residió hasta el final de sus días. En 1794, cuatro años después de la muerte de su mujer, volvió a contraer matrimonio pero se divorció al poco tiempo a causa de las infidelidades e intrigas de su pareja. Este turbio episodio al final de su vida lo llevó a perder la práctica totalidad de su fortuna debido a los numerosos juicios a los que se enfrentó por las maquinaciones de su segunda esposa. En 1797, el barón de Münchhausen moría en la misma casa que lo había visto nacer casi ochenta años antes.
 

EL SALTO A LA FAMA

Poco más se conoce de su biografía. Gran aficionado a la caza del pato y amante de sus caballos, Münchhausen llevó la vida típica de un noble rural de la época y fue muy apreciado por la gente debido a su gran honestidad en los negocios. Fue seguramente su amor por la caza lo que lo animó a celebrar en sus posesiones numerosos banquetes, en cuyas largas sobremesas todos los comensales escuchaban atónitos las extraordinarias aventuras que él relataba como propias. Esta práctica no distaba de lo que hacían muchos hombres de armas de la época para coronar sus hazañas ante conocidos y familiares. La diferencia era que en el caso del barón, debido a su ingenio y a sus elevadas dotes oratorias, su fama se extendió por toda la región de Hannover. La gracia y la jovialidad con que relataba sus anécdotas hicieron que las divertidas historias se difundieran más allá de los límites de su entorno y fueran conocidas lejos de las fronteras de Alemania. De hecho, sus relatos vieron la luz como texto literario en un lugar muy alejado de sus dominios y en una lengua que no era la suya.

Diecisiete de las historias que se le atribuyen fueron publicadas en Londres de manera anónima bajo el título Baron Munchausen’s Narrative of his Marvellous Travels and Campaigns in Russia, entre 1781 y 1783. Más tarde se supo que el autor era un compatriota del barón, Rudolf Erich Raspe, nacido en Hannover y que había trabajado como responsable de las colecciones del Museo de Historia Antigua del príncipe Federico II en la vecina ciudad de Kassel. Abrumado por las deudas, Raspe había vendido algunas piezas del museo y tras ser descubierto huyó primero a Holanda y finalmente a Inglaterra.

Es probable que Raspe conociera la fama del barón sólo de oídas, pero no podemos descartar que hubiera participado en alguna de sus famosas veladas. El éxito de este fantástico personaje alemán fue tal en Gran Bretaña que a lo largo de los dos años siguientes aparecieron cuatro ediciones aumentadas. Al enterarse de la publicación, Münchhausen se sintió profundamente ofendido, pues en las historias aparecía como un mentiroso patológico, lo que ha hecho suponer que Raspe tal vez fuera uno de los camaradas del barón, que quiso vengarse de él desprestigiándolo por algún motivo desconocido.

PERSONAJE DE NOVELA

Se supone que las historias de Münchhausen llegaron a su país natal en 1786 gracias a una traducción atribuida al mismo Raspe. Ese mismo año, Gottfried August Bürger publicaba su propia versión que, debido a su calidad literaria, difundiría universalmente el nombre del barón mentiroso. Bürger afirmó que en realidad tan sólo había hecho añadidos y modificaciones al texto de la traducción, lo que ha hecho suponer a más de un crítico que la versión alemana era realmente suya y no de Raspe aunque en la portada figurara Londres como lugar de edición.

Hoy en día es imposible saberlo al no haberse conservado ningún original de la supuesta traducción, pero lo cierto es que las mejores historias proceden con toda seguridad de la pluma de Bürger: la cabalgada sobre la bala de cañón o cómo sale de un pantano en el que se había hundido tirando de su propia coleta, por ejemplo. También las relacionadas con el reclutamiento de su peculiar ejército: un hombre de oído extraordinario, un forzudo, otro que corría tan rápido que necesitaba grilletes para caminar con normalidad y otro que veía casi hasta el infinito son algunos entre un montón de individuos con peculiaridades extraordinarias. Las influencias de este texto van desde las Mil y una noches y leyendas de diferentes regiones de Europa a colecciones de cuentos alemanes y autores como Cervantes.

Las anécdotas que han llegado hasta nuestros días como aventuras contadas por el propio Münchhausen no son más que parte del inmenso tesoro de anécdotas populares, transmitidas por vía oral desde tiempos inmemoriales y que el culto barón supo adecuar a su persona para entretener a sus oyentes.

SÍNDROME CLÍNICO
 
La reputación del barón mentiroso no ha hecho más que aumentar con el paso del tiempo. Desde el momento de su publicación no han dejado de editarse y reescribirse sus aventuras, y Münchhausen ha sido protagonista de numerosas adaptaciones en el cine y el teatro. Debido a que en muchas ocasiones ha sido considerado como un libro para niños, la obra original ha sido modificada, estirando o encogiendo las historias y eliminando las alusiones a la Iglesia y a cualquier tipo de vicio, hasta el extremo de que Münchhausen deja de ser un ocurrente mentiroso para convertirse en un pobre loco.

Pero la fama del barón embustero no se limita al ámbito de lo artístico. Su personalidad inspiró al médico británico Richard Asher en 1951 para denominar como "síndrome de Münchhausen" un trastorno que lleva a ciertos individuos a imaginar patologías que no padecen. Este hecho fue muy criticado por algunos de sus colegas, que no vieron con buenos ojos que se usara para ello el nombre de un personaje como el Münchhausen literario, pues con ello no se hacía justicia a la nobleza y a la valentía de la figura histórica que sirvió de inspiración a tan divertidas historias.

Fotografías: AKG / ALBUM. (Color: Santi Perez), AKG / ALBUM, lEBRECHT / ALBUM; AKG / ALBUM; ALAMY / ACI; Culture / Album; Akg / Album; Alamy / Aci, AKG / ALBUM."

 


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