Artículo publicado en The New York Times, el 2020/07/02 La larga e infeliz historia de trabajar desde casa, Por David Streitfeld
Lo copio integró, porque a veces pierdo el link
"Mientras
el coronavirus sigue activo, los empleadores están convencidos de que el
trabajo remoto tiene un futuro brillante. Advertencia: décadas de contratiempos
sugieren lo contrario.
Tres
meses después de que la pandemia de coronavirus causó el cierre de las
oficinas, el Estados Unidos corporativo ha concluido que trabajar desde casa
está funcionando. Muchos empleados estarán atados a Zoom y Slack por el resto
de sus carreras, su traslado al trabajo tomará solo unos segundos.
Richard Laermer tiene algunos consejos para
todas las compañías que se apresuran en desbandada hacia este futuro remoto: no
sean idiotas.
Hace algunos años, Laermer permitió que los empleados de RLM Public Relations trabajaran desde casa los viernes. Este pequeño paso hacia el teletrabajo demostró ser un desastre, dijo. A menudo no podía localizar a las personas cuando las necesitaba. Los proyectos languidecieron.
“Cada fin de semana se convirtió en un feriado de tres días”, mencionó. “Descubrí que las personas trabajan mucho mejor cuando todas están en el mismo espacio físico”.
Incluso a medida que Facebook, Shopify, Zillow, Twitter y muchas otras compañías desarrollan planes para permitir que los empleados trabajen de manera remota para siempre, las experiencias de Laermer e IBM son un recordatorio de que la historia del teletrabajo ha estado plagada de fracasos. Las compañías que ahora avanzan apresuradamente corren el riesgo de enfrentar el mismo destino.
“Trabajar desde casa es una decisión estratégica, no solo una
táctica que ahorra dinero”, dijo Kate Lister, presidenta de Global Workplace
Analytics. “Gran parte de ello se reduce a la confianza. ¿Confías en tus
empleados?”.
Compañías
chicas y grandes han intentado durante décadas hacer funcionar el trabajo desde
casa. Desde 1985, los medios tradicionales usaban frases como “el creciente
movimiento del teletrabajo”. En 1989, Peter Drucker, el
gurú de la administración, dijo que “trasladarse para trabajar en la oficina es
obsoleto”.
El teletrabajo era una innovación impulsada por la tecnología
que parecía ofrecer beneficios tanto para los empleados como para los
ejecutivos. Los empleados podrían eliminar los traslados que cada vez se
volvían más largos y trabajar en el horario que les acomodara mejor. La
dirección administrativa ahorraría en bienes raíces costosos y podría contratar
a solicitantes que vivieran lejos de la oficina, lo que aumentaría la cantidad
de talento.
Y, sin embargo, muchos de los proyectos finalmente se redujeron
o abandonaron. Además de IBM, las compañías que de manera pública dieron marcha
atrás al teletrabajo durante la década pasada incluyen a Aetna,
Best Buy, Bank
of America, Yahoo, AT&T y
Reddit. Los empleados remotos a menudo se sentían marginalizados, lo que los
hizo menos leales. La creatividad, la innovación y la serendipia se vieron
afectadas.
Marissa
Mayer, directora ejecutiva de Yahoo, llamó la atención cuando obligó a los
empleados a volver a la oficina en 2013. “Algunas de las mejores decisiones e
ideas provienen de las conversaciones en los pasillos y la cafetería, de
conocer a nuevas personas y de reuniones improvisadas con el equipo”, explicó
un memorando de la compañía.
Las empresas tecnológicas procedieron a gastar miles de millones de dólares en sedes cada vez más lujosas para que los empleados nunca necesitaran salir de ellas. Facebook anunció planes en 2018 para lo que esencialmente eran dormitorios. Amazon reestructuró un vecindario entero de Seattle. Cuando a Patrick Pichette, el exdirector financiero de Google, le preguntaron: “¿Cuántas personas teletrabajan en Google?”, dijo que le gustaba responder: “Las menos que sea posible”.
Ese cálculo ha cambiado de manera abrupta. Facebook espera que
hasta la mitad de sus empleados trabajen de manera remota en una fecha tan
próxima como 2025. El director ejecutivo de Shopify, una compañía canadiense de
comercio electrónico que emplea a 5000 personas, tuiteó en mayo que
la mayoría de ellos “trabajarán permanentemente de manera remota. La
centralidad de la oficina ha terminado”. El director tecnológico de Walmart
les dijo a sus empleados que “trabajar virtualmente será la
nueva normalidad”.
Quora, un
sitio web de preguntas y respuestas, aseguró la semana pasada que “todos los empleados
pueden trasladarse de manera inmediata a cualquier lugar donde podamos
emplearlos legalmente”. Los trabajadores que no quieran mudarse pueden usar las
oficinas en Silicon Valley, que se convertiría en un espacio de trabajo
compartido. Quora declinó decir cuántos empleados tiene.
Adam D’Angelo, director ejecutivo de Quora, dijo que él y el
resto de los líderes administrativos lucharían contra la noción de que los
empleados que trabajan de manera remota eran de segunda clase. Todas las
reuniones serían virtuales. El futuro del trabajo, escribió, sería un
paraíso para todos.
Quora dijo que el 60 por ciento de sus empleados expresó que prefería el trabajo remoto, algo similar a lo que muestran las encuestas en Estados Unidos. En una encuesta de Morning Consult realizada a fines de mayo para Prudential, el 54 por ciento dijo que quería trabajar de forma remota. En una señal de advertencia para los administradores: el mismo porcentaje de trabajadores remotos dijo que se sentían menos conectados con su empresa.
Un
revés muy sonado para el trabajo remoto fue un intento en Best Buy, la tienda
minorista de artículos electrónicos con sede en Mineápolis. El programa
original, que atrajo atención en todo Estados Unidos, comenzó en 2004. Estaba
destinado a evaluar a sus empleados por lo que lograban, no por las horas que
el proyecto había tomado o por la ubicación en la que se realizó.
Best Buy canceló el programa en 2013, al aducir que dio a los
empleados demasiada libertad. “Cualquier persona que ha liderado un equipo sabe
que delegar no siempre es el estilo de liderazgo más efectivo”, dijo en aquel
momento el director ejecutivo, Hubert Joly.
Jody Thompson, cofundadora del programa, quien dejó de trabajar
en Best Buy en 2007 para convertirse en consultora, dijo que la compañía tenía
un desempeño deficiente y entró en pánico. “Regresó a la filosofía de ‘Si puedo
ver a las personas, eso significa que deben estar trabajando’”, comentó.
El cierre por el coronavirus, en el que el 95 por ciento de los trabajadores del campus corporativo de Best Buy laboran actualmente de manera remota, ahora podría estar generando otro cambio en la filosofía de la empresa. “Esperamos continuar de manera permanente con algún tipo de opciones laborales flexibles”, dijo una vocera.
El trabajo flexible brinda a los empleados mayor libertad con
sus horarios, pero no cambia de manera fundamental en que son supervisados, que
era el objetivo de Thompson. “Este es un momento en el que trabajar puede
cambiar para bien”, dijo. “Necesitamos crear un tipo diferente de cultura
laboral, en la que todos sean un 100 por ciento responsables y un 100 por
ciento autónomos. Solo administrar el trabajo, no a las personas”.
Pero también es un momento, reconoció, en que el trabajo puede
cambiar para mal.
“Es
un momento desconcertante”, afirmó Thompson. “Cuando eres gerente, existe la
tentación de supervisar a alguien con más rigor si no lo puedes ver. Hay un
incremento en gerentes que usan software de espionaje”.
Los
empleados remotos pueden librarse de los costos de trasladarse a la oficina, pero
tradicionalmente son más vulnerables. Jeffrey Gundlach, quien tiene a su cargo
la firma de inversiones DoubleLine Capital, dijo en su transmisión mensual por
internet que había comenzado a ver con otros ojos a su personal recién adaptado
al teletrabajo.
“Me
di cuenta, de alguna manera, quién realmente hacía el trabajo y quién no hacía
tanto trabajo como parecía”, afirmó. Con respecto a “algunas de las personas de
supervisión y gerencia intermedia comienzo a preguntarme si realmente los
necesito”, agregó.
Al
comienzo del año, la tasa de desempleo era baja, y los trabajadores tenían algo
de ventaja. Todo eso se ha perdido, al menos durante el próximo año o los dos
posteriores. El trabajo remoto generalizado podría consolidar ese cambio.
“Cuando
las personas están en crisis, te aprovechas de ellas”, dijo John Sullivan,
profesor de Administración en la Universidad Estatal de San Francisco.
“Los
datos obtenidos durante los últimos tres meses son muy poderosos”, dijo. “Las
personas están conmocionadas. Nadie vio una caída en la productividad. La
mayoría experimentó un incremento. Las personas han ido al trabajo durante
miles de años, pero eso va a terminar, y cambiará la vida de todos”.
La
innovación, agregó Sullivan, incluso podría finalmente ponerse al día.
“Cuando
contratas de manera remota, puedes conseguir el mejor talento disponible y no
solo el mejor talento que quiere vivir en California o Nueva York”, concluyó.
“Obtienes una verdadera diversidad. Y resulta que eso afecta a la innovación”.
Laermer, el ejecutivo de relaciones públicas, es más cauteloso sobre las implicaciones de la crisis. En marzo, cuando cerró su oficina, anticipó un desastre, como lo que sucedió los viernes en 2017, pero cinco veces peor.
Pero la situación ha sido muy buena. Hasta contrató, vía Zoom, a personas que no ha conocido cara a cara, “y han resultado ser trabajadores excepcionales”.
¿Qué cambió? Bueno, por una parte, la tecnología, incluido Zoom, es
mejor. Además, “ahora tenemos reglas”, dijo. “Debe estar disponible entre las 9
de la mañana y las 5:30 de la tarde. No puedes abordar esto como si fueras un
supervisor de niños”.
Pero
aseguró que no por ello estaba tratando de finalizar el contrato de
arrendamiento de su oficina.
“Las
empresas dicen que trabajar desde casa está funcionando tan bien que van a
dejar que la gente trabaje desde casa para siempre”, dijo. “Es una buena
estrategia de relaciones públicas, muy romántico y muy poco realista.
Volveremos a la oficina tan pronto como haya una vacuna”.
David Streitfeld ha escrito sobre tecnología y sus efectos
durante veinte años. En 2013, formó parte del equipo que ganó un Premio
Pulitzer por Reportaje Explicativo.
Comparte experiencias de empresas que iniciaron con esta forma de trabajo, la situación actual y los procesos que se deben considerar.
Considero oportuno revisar las experiencias para que se mejore el proceso del trabajo desde casa y repetir historias positivas. De cada uno depende.
- ¿Tu productividad aumentó con la pandemia?, 29 de junio de 2020
- Así me monitorea mi jefa cuando trabajo desde casa, 8 de mayo de 2020
- La lección que estamos aprendiendo de Zoom, 15 de abril de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario