En
el artículo publicado el 2017/05/31
Las bolas de piedra tallada de Escocia, artefactosprehistóricos de función todavía desconocida, se indica
"Las
prehistóricas bolas de piedra talladas en Escocia, continúan siendo un
apasionante misterio para los arqueólogos, a pesar de las múltiples teorías
sobre su posible uso…
La
característica común a las petroesferas, bolas prehistóricas de piedra tallada
que se han encontrado en diferentes formas y tamaños en numerosas partes del
mundo, es la incógnita sobre su función.
De
todas ellas, las descubiertas en Escocia principalmente, con algunos pocos
ejemplos hallados en el resto de Gran Bretaña y en Irlanda, son quizá las más
interesantes e intrigantes.
No
solo por su abundancia, más de 400 ejemplares hasta el momento, sino por su
forma y decoración. Se las denomina genéricamente como bolas de piedra tallada
y todas tienen un tamaño parecido, de entre 7 y 9 centímetros de diámetro,
aunque están hechas de diferentes tipos de roca.
Todas
presentan una serie de protuberancias o bultos, que van desde solo 3 hasta los
160 de la más prolífica. La mayoría presentan 6 abultamientos, pero las hay
también con tres, cuatro, cinco, siete, ocho, nueve, diez y más, hasta apenas
una decena que presentan entre 70 y 160.
Están
decoradas con motivos geométricos, espirales, círculos concéntricos, y líneas
rectas, algunos tan detallados que solo un artesano experimentado habría sido
capaz de hacerlos. En ocasiones la combinación de protuberancias y líneas da
lugar a poliedros regulares, como las que tienen forma de dodecaedro. En
general, todas presentan una acusada simetría.
La
datación que los expertos manejan para estos artefactos se sitúa en torno al
3000-2000 a.C., a finales del Neolítico, extendiéndose su producción por lo
menos hasta la Edad del Bronce.
Son
conocidas desde muy antiguo, ya que la mayoría fueron encontradas de manera
fortuita por campesinos en sus campos al trabajar la tierra. Éstos solían
venderlas a coleccionistas, que pagaban solo por las que tenían un aparente
valor artístico, por lo que se cree que muchas menos elaboradas pudieron
desecharse o ser destruidas.
Solo
unas pocas aparecieron en el contexto de excavaciones arqueológicas, como las
cinco encontradas en el yacimiento neolítico de Skara Brae en las Islas
Orcadas.
Pero
la gran mayoría procede de Aberdeenshire, un municipio del noreste de Escocia,
de lugares donde también aparecieron símbolos pictos, por lo que las primeras
interpretaciones consideraron las bolas como artefactos de este antiguo pueblo.
Curiosamente
su distribución también coincide con el de un tipo de círculos de piedras de
los que hay 71 ejemplares en colinas de la zona, y cuya característica
principal es que las piedras se colocan reclinadas en lugar de erectas. La
orientación de estos círculos, en los que se han hallado restos humanos,
coincide con la puesta del sol en el solsticio de invierno.
La
función de las bolas sigue siendo desconocida para los investigadores. Algunos
opinan que pudieron tener un uso ritual simbólico, otros que eran objetos
indicadores de poder social, y en este sentido su distribución también coincide
con las cabezas de maza que se usaban en ritos ceremoniales. Demasiadas
coincidencias. E incluso hay quien piensa que se utilizaron como armas de
guerra, aunque la ausencia de daños o desperfectos en ellas invalidaría esta hipótesis.
Una
teoría interesante es la que, en vista de su tamaño uniforme, las considera
pesas para usar en balanzas o básculas primitivas, pero a pesar de ello su peso
varía dependiendo del material con que están hechas, por lo que tampoco es muy
factible.
También
se ha propuesto su uso como objetos para pedir la palabra en las reuniones y
discusiones, teniendo el sujeto que sostener la bola en alto antes de hablar. Y
una teoría más las considera útiles para trabajar la piel.
Más
difícil de sostener es la idea de que las bolas de piedra muestran evidencias
del conocimiento de los cinco sólidos platónicos siglos antes de que el propio
Platón los describiera. Sí es cierto que muchas de ellas presentan
configuraciones que se asemejan a los sólidos, pero esto también pudo surgir de
manera natural al distribuir las protuberancias sobre la esfera.
Finalmente,
y vista la coincidencia de su distribución con los círculos mencionados, hay
quien sugiere que se pudieron utilizar como rodamientos para transportar
aquellas grandes piedras, y por tanto estarían pensadas para ser utilizadas en
conjunto y no de manera individual.
Lo
que sí parece claro es su origen en esa zona del noreste escocés, con los
hallazgos en otros lugares más lejanos explicados por tratarse de objetos
pequeños y fáciles de transportar.
Hoy
existen colecciones de estas bolas de piedra tallada en el Museo Británico, el
Museo Ashmolean y en otras instituciones escocesas.
Fuentes: Carved Stone Balls (Dorothy N. Marshall) / A Scottish
Neolithic carved stone ball with enigmatic surface details (Alan Saville et al.) / Scottish
Archaeological Research / Wikipedia."
En
el sitio https://www.labrujulaverde.com/
puede ubicar información sobre novedades e histórica.
He descubierto información que no la conocía.
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