En la publicación La importancia de ser puntual y Caso Aula de Clases explico sobre un acuerdo con mis estudiantes
"... Si desean ingresar a clases pasados 11 minutos, establecemos una penitencia: cantar o decir un poema.
Yo les vengo a saludar (bis)
Todo por no madrugar
Con mi voz afinada(bis)
Y versos para cantar (bis)
Todo por no madrugar
Cuando llegas atrasado
Todo el mundo a cantar (bis)
Todo por no madrugar
Unos cantan la balada(bis)
Otros cantan una tonada(bis)
Todo por no madrugar
Por eso en tiempos de carnaval yo no me atraso amiguitos ...... "
Una vez a la semana tenemos clases en el cuarto piso, en el edificio existe un ascensor que se indica es para personas mayores y debemos utilizar las gradas.
Un día estaba en clase y les indiqué a los compañeros que dos estudiantes salían ese momento del ascensor.
Los dos estudiantes llegaron con claras señales de haber realizado un esfuerzo físico para subir los cuatro pisos muy rápido y solicitaron permiso para ingresar.
Por supuesto les pedí que comenten sobre el esfuerzo para subir los cuatro pisos, lo hicieron muy exhaustos, les faltaba aire, la lengua afuera. Al finalizar les indiqué que les había visto saliendo del ascensor y comentado a sus compañeros.
Les invité a bajar y subir utilizando las gradas.
Al integrarse a clases, les pedimos que cumplan con el acuerdo: cantar
Eventualmente cuando uno de los dos compañeros llega pasados los 10 minutos, suele pedir a su amigo que le acompañe en el canto. Siempre el amigo acepta con gusto y ya tienen preparado su repertorio.
Definitivamente el canto no es una de sus principales virtudes, sí la simpatía que tienen con los compañeros.
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