Me compartieron un texto Aprendo lentamente que no tengo que reaccionar a cualquier cosa que me moleste, Consultado el origen, ubico como referencia a Louise HAY & Wayne
"Que la reacción proviene de los impulsos y no de la conciencia, por lo que los impulsos son primitivos, mientras que la serenidad es el reflejo de la automaestría para poder observar el panorama completo y tomar decisiones conscientes que nos lleven a donde deseamos estar interiormente.
Aprendo lentamente que la energía necesaria para reaccionar a cada cosa "mala" que me sucede, me agota y me impide ver las otras cosas buenas de la vida.
Aprendo lentamente que no voy a ser el consuelo de todos y que no voy a poder llevar a todos a tratarme como quiero que me traten, porque primero deberé aprender a tratarme yo con respeto y aprender genuinamente a respetar de la misma manera y con el mismo honor a los demás.
Aprendo lentamente que tratar de ′′ganar′′ a cualquiera es solo una pérdida de tiempo, energía y que solo me llena de vacío. No estamos aquí para competir, sino para ser constructivos. Cada quien aporta su granito de arena, y todos son únicos como yo lo soy de igual manera.
Aprendo lentamente que no reaccionar no significa que esté de acuerdo con las cosas, simplemente significa que elijo elevarme por encima y observarlo todo desde una visión más elevada, no para sobresalir o sentirme superior, sino para alcanzar una mejor perspectiva.
Elijo aprender la lección, me sirvió y aprendo de ella. Elijo ser mi ser más evolucionado.
Elijo mi tranquilidad mental porque eso es lo que realmente necesito.
No necesito más drama.
No necesito que la gente me haga sentir que no soy lo suficientemente bueno, ni que tampoco valide si lo soy o no.
Necesito creer en mí mismo y demostrarme a mí mismo que con hechos alcanzo lo que me propongo, mientras mi propósito se alinee con la mejor versión de mí mismo
No necesito peleas, argumentos y conexiones falsas.
Aprendo lentamente que a veces, no decir nada, lo dice todo.
Aprendo lentamente que reaccionar ante cosas que me molestan, le dan poder a alguien sobre mí y sobre mis emociones.
No puedo controlar lo que hacen los demás, pero puedo elegir cómo reaccionar, cómo lo manejo, cómo lo percibo y cuánto de ello me lo tomo personal.
Aprendo lentamente que la mayor parte del tiempo, estas situaciones no dicen nada sobre mí y mucho sobre la otra persona.
Aprendo que todas estas decepciones están ahí para enseñarme a amarme y me servirá para trabajar la fortaleza y resiliencia.
Aprendo que deberé filtrar mis reacciones de acuerdo a la guianza del corazón, del perdón y la transmutación de las situaciones, pues no cambiará nada mientras la perspectiva siga siendo la misma.
A veces es mejor dejar ir las cosas, dejar ir a la gente, no luchar por el cierre, no pedir explicaciones, no perseguir las respuestas y no esperar que la gente entienda desde donde tú lo ves. Imponer no es lo mismo que ser escuchado, y a veces, consultando con nosotros mismos nos damos cuenta de que la validación no debe de ser la meta, si estamos completos nosotros mismos desde adentro.
Trabaja en ti mismo, en tu paz interior y te darás cuenta que no reaccionar a cada pequeña cosa que te molesta es el primer ingrediente para vivir una vida feliz y saludable."
En ese camino de aprendizaje es útil una referencia:
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