En todo este camino aprendí el gran valor de tener METAS y OBJETIVOS totalmente claros, a los cuales, obligatoriamente, hay que ponerles fecha de cumplimiento, caso contrario vivirán el sueño de los justos. Certifiqué que un gran proyecto debe estar acompañado de una gran PLANIFICACIÓN y sostenido por un EQUIPO absolutamente comprometido con el objetivo. Descubrí que una meta necesariamente debe estar ligada a un PROPÓSITO porque eso es lo que le da trascendencia y le otorga valor agregado, con lo cual se conjura la posibilidad de lograr objetivos por la pura vanidad o por el hecho único de acumular “medallas”
Este camino me enseñó que uno de los pilares esenciales en todo proyecto es la CONSTANCIA, pues se trata del mejor argumento para compensar la ausencia de talento o brillantez. Aprendí que talentosos son muy pocos pero que TODOS podemos acceder a ser constantes y disciplinados.
En uno de los momentos más críticos de camino a la cima del Everest, apenas a tres cientos cincuenta metros de la cumbre, tuve un PUNTO DE QUIEBRE que me llevó a creer, con sobrados argumentos, que no podía más y que ese era el final de mi sueño. Ese maravilloso momento me enseñó que los puntos de quiebre son parte del viaje y que se los supera con los valores del COMPROMISO y del CORAJE.
Más tarde, una de las montañas del proyecto de los 14 ochomiles resultó muy peligrosa y exigente, lo cual supuso dos derrotas previas y tener que volver en un tercer intento para alcanzar su cima. Esta experiencia me ratificó que el valor de la PERSISTENCIA debe ser, obligatoriamente, parte del equipaje de cualquier equipo de Liderazgo, porque en ciertos casos no salen las cosas como uno las quiere o uno las planifica.
Finalmente, ¿cuál será la razón para que después de 49 años subiendo montañas, hasta el día de hoy siga tan ilusionado cuando preparo la mochila para irme al Himalaya o a una montaña modesta de mi callejón interandino? La respuesta es sencilla: estoy ENAMORADO de lo que hago y eso considero que es una bendición en cualquier oficio que uno decida involucrarse.
Estas lecciones de Vida que no las he aprendido en la Academia sino en el lugar mismo de los hechos, las comparto con todo el público que me invita a que participe con mis Conferencias y Talleres.
Llevo más de veinte años dictando conferencias en Ecuador, en Latinoamérica y en España. Son numerosas las empresas y son miles las personas a las que he podido llegar con mi mensaje de inspiración y de determinación para el logro de OBJETIVOS. Este comentario final queda avalado por los TESTIMONIOS de algunos empresarios que han recibido mis servicios."
Tengo una anécdota
La EMAAPQ, la de la gotita, desarrolló un programa de motivación para el personal con la participación de Iván Vallejo, los colaboradores de la empresa acudimos al auditorio del CIESPAL para escuchar a expositor.
En la charla nos trasmiitió el esfuerzo que era subir al Everest sin oxígeno y de su proyecto Desafío 14, que de alguna forma lo indica en Conferencias , que lo copie.
Al final Iván Vallejo muy amablemente accedió a posar para una fotografía y muy ordenados hicimos fila.
Con mi buen amigo Cristobal Morocho, conversamos sobre ¿qué le preguntariamos mientras nos tomaban la fotografía?
Cristobal, muy ceremonioso expresó unas sentidas palabras de felicitación.
Yo de dije que también había hecho mis primeros 4 sin oxígeno
Ivan Vallejo, me felicitó y se sorprendió por cuanto mi físico no era muy atlétido y me preguntó ¿cuales cuatro había subido?
Muy seguro le indiqué: los cuatro pisos, del parqueadedero a las oficinas y que llegaba sin oxigeno
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