domingo, 13 de noviembre de 2022

Aucas, Ídolo inmortal - El de las tres M

 


 
"Cuando el Auquitas sea campeón 
se instalará por fin la justicia en la tierra.
Cuando el Auquitas sea campeón 
volverán de Europa los migrantes, 
y hasta las oscuras golondrinas, volverán.

Cuando el equipo del pueblo, el deadeveras, 
se bautice guan-tu-tri de campeón, 
no duden que se llenarán los estadios. 
Los hinchas vergonzosos por años 
se arrepentirán de tamaña ofensa 
al equipo de sus sueños y 
volverán llorosos a los brazos 
del verdadero ídolo del pueblo.

Cuando el Auquitas sea campeón, 
mañana, pasado o un mes, 
ya no serán 20.000 los hinchas ferverosos de hoy, 
sino toda una multitud que copará la Caldera del Sur. 
La santa palabra GOL 
será un retumbar de gritos
que fueron, que son, que serán. 
Y claro, la Virgen del Panecillo 
por fin mirará de frente a los suyos.

Esos seres eternos 
que nunca se rindieron 
aquellos que el tiempo llenó de canas y sinsabores, 
ya podrán morir tranquilos, 
pues por fin el Papá Aucas de sus amores 
jugará una copa libertadores, 
y elevará la copa nacional hasta besar las estrellas. 
Y la alegría será mayor, 
será sublime, 
pues sólo los perdedores por lustros, 
sólo ellos saben lo que es volver de los infiernos 
y sentirse orgullosos de haber tejido redes para los otros; 
porque sólo así se aprende a hacer caída y limpia de las victorias, 
a dos por shunsho en las derrotas, 
y a desmoronarse hasta los abismos 
por los goles de último minuto.

Esa tarde soñada, 
los vecinos sacarán sus parlantes a la ventana; 
en los mercados se comprará más 
con los oídos que con los ojos, 
pues el grito: Aucas, corazón 
retumbará en cada canasta 
y en cada bolsillo. 
Estudiantes, obreros, poetas, rokeros, burócratas, 
hinchas Armagedón, la barra “eterna” 
y un sinnúmero de etcéteras de a pie, 
colmarán las entrañas de la Caldera del Sur, 
pues el Auquitas será sinónimo de fiesta, 
y con cada gol, la multitud, el pueblo coreará: 
“Auquista, de la cuna hasta el cajón”.

Todo aquello se hará realidad, 
porque volverá el equipo de amarillo, de rojo, 
a henchir los corazones de los pobres, 
de los oprimidos, de los hoy almuerzo, mañana no sé.

Y de toda esa gente que 
con dos dólares o diez centavos en el bolsillo 
esperaron toda una vida 
para al fin gritar con toda el alma: 
¡!AUCAS CAMPEÓN, LUNES VACACIÓN!!


 

PD A Beto autor del video, le conozco.



"Un auquista lo puede soportar todo. Y por eso tengo que ofrecer disculpas: este artículo estará en primera persona, lo que es un agravio a las buenas prácticas del periodismo. Pero no se puede escribir de otra manera, no en este momento; hay que ser un auquista para entenderlo. Y muy probablemente ni los auquistas lo entendamos del todo.

Muchas veces me han preguntado por qué soy hincha del Aucas. Algunos, incluso, me han mirado con piedad, como aquel paramédico que me socorrió por una intoxicación de gas. Al ver la casa llena de objetos del Aucas, dijo: “me parece intento de suicidio”. Este chiste no es original; es uno común para todos los que alentamos a un equipo que tiene una larga historia de derrotas, de descensos y ascensos repetidos.

A todos les digo que soy hincha por mi padre, Oswaldo. Y tengo que escribir su nombre porque también tengo esa misión de ir al estadio esta noche con su foto y recordar aquellos días de mi infancia cuando iba al Atahualpa de su mano. Y con él, los Pablos, Raúles, Wilsons, Maritzas, Rosarios o Lauras, y todos los nombres posibles que nos legaron este particular sentimiento, aunque nunca vieran al Aucas campeón nacional y cuyos rostros estarán presentes en carteles y banderas.

Mi viejo, por cierto, decía que todo quiteño en camiseta y calzoncillo es hincha del Aucas. A este paso, podría decir que todo ecuatoriano. Vamos, no es que sean hinchas, pero -algo insólito en el mundo del fútbol- pocos odian a este club; es el más entrañable del país, que fue un grande en el amateurismo, que se ganó el mote de ‘Ídolo del pueblo’, de ‘Papá’… Y a un padre, se sabe, es casi imposible odiar. No hay persona en el país que no sentirá alegría si sale campeón por primera vez. Incluso muchos barcelonistas han dicho que, si bien quieren ganar, no les molestaría si Aucas triunfara.

Muchas veces me he preguntado qué habría sido del Aucas si hubiese tenido otra suerte. Quizá hubiera sido como Barcelona, Colo Colo o Boca Juniors, equipos de idolatría popular, al que se lo odia en igual medida y que cuenta con una buena lista de títulos.

Sin embargo, Aucas es un ídolo desdichado y eso es duro en un mundo de ‘winners’ y ‘losers’. Era obvio que muchos hijos de auquistas migraran hacia otros equipos. Es muy común que aquellos que me hacen esa pregunta de siempre digan también: “mi mamá es del Aucas, pero yo soy de…”. Y en ese momento solo quedan ganas de decir que eso es de mal hijo o tener el ánimo de querer ser un buen burgués.

Y esto no es broma. El fútbol es una invención moderna producto del capitalismo. La expansión industrial británica lo desplegó por el mundo. Y no hubo que esperar mucho para que las ciudades se partieran en dos: por un lado el equipo de los ricos, por el otro, el de los trabajadores. Entre ambos se genera una tensión y se forman los clásicos: Boca-River, Barcelona-Emelec, Aucas-LDU. Son representaciones simbólicas; no quiere decir que en todos esos equipos solo haya pobres o ricos.

Ser auquista es un modo de ser quiteño (la Liga, su contraparte). Es el sentimiento popular y su correspondiente estética. Se lo identifica con el sur de la ciudad, a donde la Virgen de El Panecillo no mira. Es bohemio: bebe gane, empate o pierda. La casa, el estadio, está inacabada, pero no importa: es nuestra; ahí estamos cómodos y orgullosos. Ha sufrido mucho, demasiado, y sus alegrías han sido modestas, pero siempre tan queridas y recordadas.

¿Qué pasará hoy? En fútbol todo es posible. Puede perder o ser campeón. Serán 90 minutos intensos y el auquista mostrará, como lo ha hecho siempre, que lo puede soportar todo."

 
Comentario

Mis amigos Hinchas del Aucas, sonrien. 
Les apoyo, mi corazon es blanco, 
también reciben el apoyo de simpatizantes de otros equipos.
 
 
 
 
 Para el baúl de los recuerdos


 

 

 

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