"Brigitte Bardot, la actriz francesa de pelo alborotado y mohín que redefinió el simbolismo sexual del cine de mediados del siglo XX en películas como Y Dios creó a la mujer, y luego dejó de actuar a los 39 años para dedicar su vida al bienestar de los animales, murió el domingo en su casa del sur de Francia. Tenía 91 años.
La Fundación Brigitte Bardot, creada por ella para la protección de los animales, anunció su muerte.
Bardot tenía 23 años cuando Y Dios creó a la mujer, un fracaso de taquilla en Francia en 1956, se estrenó en Estados Unidos al año siguiente y la convirtió en una estrella internacional. Bosley Crowther, al escribir de ella en The New York Times, la calificó de “innegable creación de artesanía superlativa” y de “fenómeno que hay que ver para creer”. Como a muchos críticos, la película en sí no lo impresionó.
La imagen de Bardot era distintiva, en comparación con las de otros símbolos sexuales del cine de la época, no solo por su juventud rebosante, sino también por su apetito carnal sin complejos. Su director fue su esposo, Roger Vadim, y aunque se divorciaron poco después, él siguió dando forma a su imagen pública al dirigirla en cuatro películas más durante las dos décadas siguientes.
La Fundación Brigitte Bardot, creada por ella para la protección de los animales, anunció su muerte.
Bardot tenía 23 años cuando Y Dios creó a la mujer, un fracaso de taquilla en Francia en 1956, se estrenó en Estados Unidos al año siguiente y la convirtió en una estrella internacional. Bosley Crowther, al escribir de ella en The New York Times, la calificó de “innegable creación de artesanía superlativa” y de “fenómeno que hay que ver para creer”. Como a muchos críticos, la película en sí no lo impresionó.
La imagen de Bardot era distintiva, en comparación con las de otros símbolos sexuales del cine de la época, no solo por su juventud rebosante, sino también por su apetito carnal sin complejos. Su director fue su esposo, Roger Vadim, y aunque se divorciaron poco después, él siguió dando forma a su imagen pública al dirigirla en cuatro películas más durante las dos décadas siguientes.
La escritora Simone de Beauvoir, en un ensayo de 1959, Brigitte Bardot and the Lolita Syndrome, vio la poderosa presencia erótica de Bardot en la pantalla como un desafío feminista a “la tiranía de la mirada patriarcal” representada por la cámara de cine. El desafío fracasó, concluyó Beauvoir, pero fue un “fracaso noble”.
Pocas de las películas de Bardot fueron empresas cinematográficas serias, y más tarde declaró a un periódico francés que consideraba La verdad, el drama policíaco de Henri-Georges Clouzot nominado al Oscar en 1960, la única película buena que había hecho.
Apodada BB (que en francés se pronuncia de forma muy parecida a la palabra bebé), era más conocida por comedias ligeras como La mariée est trop belle (1956), Babette se va a la guerra (1959) y Les femmes (1969), pero trabajó con algunos de los directores más respetados de Francia.
Al principio de su carrera apareció en Les grandes manoeuvres (1955), de René Clair. Jean-Luc Godard la dirigió en el drama de la industria cinematográfica de 1963 El desprecio. Louis Malle fue su director en El amor es asunto privado (1962), un drama que también protagonizó Marcello Mastroianni, y ¡Viva María! (1965), una comedia wéstern en la que ella y Jeanne Moreau interpretaban a estríperes cantantes que se convierten en revolucionarias en la América Central de principios del siglo XX. Esa película le valió la única nominación a un premio de interpretación de su carrera, como mejor actriz extranjera, de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión.
Aunque rodó varias películas en inglés, Bardot nunca trabajó en Estados Unidos. Lo más cerca que estuvo de los papeles de Hollywood fueron personajes pequeños, cuando aún era desconocida, en Elena de Troya (1956), de Robert Wise, una cinta de Warner Bros. rodada en Italia, y en Un acte d’amour (1953), una película de Kirk Douglas filmada en Francia y dirigida por Anatole Litvak. Shalako, un wéstern de 1968 en el que actuó junto a Sean Connery, fue una producción británico-alemana rodada en España e Inglaterra.
En el apogeo de su popularidad, se copiaba casi todo de Bardot: su peinado deliberadamente desordenado, su intenso maquillaje de ojos y sus elecciones de moda, que incluían tops de punto ajustados, pantalones ceñidos, cuadros gingham y faldas con volantes que mostraban unas piernas desnudas y bronceadas por el sol. En 1969, se convirtió en la primera celebridad utilizada como modelo para Marianne, un símbolo tradicional de la República Francesa que adorna los ayuntamientos de todo el país.
En una declaración el domingo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo: “Sus películas, su voz, su deslumbrante fama, sus iniciales, sus penas, su generosa pasión por los animales, su rostro que se convirtió en Marianne: Brigitte Bardot encarnó una vida de libertad”.
En el mejor de los casos, Bardot fue considerada excéntrica en sus últimos años, lo que suscitó observaciones de que esta antigua gatita sexual, como la llamaban a menudo, se había convertido en una “loca de los gatos”. Cuando fue entrevistada por la revista Paris Match en enero de 2018, denunció el movimiento #MeToo y calificó las denuncias de acoso sexual de las actrices de “hipócritas, ridículas, sin interés”.
Unas semanas después, en un sketch de Saturday Night Live, Kate McKinnon, en el papel de Bardot, gritó: “¡Liberad a Harvey Weinstein!”. Catherine Deneuve, interpretada por Cecily Strong en el sketch, explicó: “Brigitte es muy vieja y está muy equivocada”.
Pero Bardot defendió al menos un aspecto importante del modo de vida que había elegido.
“No soy una reclusa”, declaró a The Toronto Star en 1988. “Vivo como una persona poco sociable; es diferente”.
“La gente”, añadió, “me pone de nervios”.
Brigitte Bardot nació en una familia acaudalada el 28 de septiembre de 1934, en París. Era la mayor de las dos hijas de Louis y Anne-Marie Bardot. Su padre era industrial, y ella creció en el acomodado distrito 16 de la ciudad. Empezó a trabajar como modelo cuando era adolescente y apareció en la portada de la revista Elle a los 15 años.
Sus padres se opusieron a sus aspiraciones como actriz y a su relación con Vadim, entonces un joven ayudante del director de cine Marc Allégret. Esto provocó el primero de al menos cuatro intentos de suicidio. Al final, los Bardot cedieron con respecto a Vadim, y ella se casó con él en 1952, menos de tres meses después de cumplir 18 años.
Ese año ya había debutado en el cine en Manina, la Fille Sans Voile, una aventura romántica que se estrenó en Estados Unidos seis años después como The Girl in the Bikini, y en una comedia familiar, Le Trou Normand. Cuando Y Dios creó a la mujer convirtió a Bardot en una estrella, ya había aparecido en más de una decena de películas. En total haría unas cuatro decenas.
Unas semanas después, en un sketch de Saturday Night Live, Kate McKinnon, en el papel de Bardot, gritó: “¡Liberad a Harvey Weinstein!”. Catherine Deneuve, interpretada por Cecily Strong en el sketch, explicó: “Brigitte es muy vieja y está muy equivocada”.
Pero Bardot defendió al menos un aspecto importante del modo de vida que había elegido.
“No soy una reclusa”, declaró a The Toronto Star en 1988. “Vivo como una persona poco sociable; es diferente”.
“La gente”, añadió, “me pone de nervios”.
Brigitte Bardot nació en una familia acaudalada el 28 de septiembre de 1934, en París. Era la mayor de las dos hijas de Louis y Anne-Marie Bardot. Su padre era industrial, y ella creció en el acomodado distrito 16 de la ciudad. Empezó a trabajar como modelo cuando era adolescente y apareció en la portada de la revista Elle a los 15 años.
Sus padres se opusieron a sus aspiraciones como actriz y a su relación con Vadim, entonces un joven ayudante del director de cine Marc Allégret. Esto provocó el primero de al menos cuatro intentos de suicidio. Al final, los Bardot cedieron con respecto a Vadim, y ella se casó con él en 1952, menos de tres meses después de cumplir 18 años.
Ese año ya había debutado en el cine en Manina, la Fille Sans Voile, una aventura romántica que se estrenó en Estados Unidos seis años después como The Girl in the Bikini, y en una comedia familiar, Le Trou Normand. Cuando Y Dios creó a la mujer convirtió a Bardot en una estrella, ya había aparecido en más de una decena de películas. En total haría unas cuatro decenas.
Su última aparición en el cine fue un papel secundario en L’histoire très bonne et très joyeuse de Colinot Trousse-Chemise, una comedia de 1973 sobre los numerosos encuentros románticos de un joven (interpretó a una mujer mayor que le enseñó valiosas lecciones de vida). Su último papel protagónico fue en Don Juan ou Si Don Juan était une femme…, un drama de 1973 dirigido por Vadim que recibió malas críticas y que se estrenó en Estados Unidos en 1976.
Bardot se casó cuatro veces y mantuvo relaciones románticas públicas y de larga duración con otros hombres, como el actor Jean-Louis Trintignant y el cantante y compositor Serge Gainsbourg. Ella y Vadim se divorciaron en 1957. Su segundo esposo (1959-62) fue el actor Jacques Charrier, con quien tuvo un hijo. Tras el divorcio de la pareja, el niño fue criado por los padres de Charrier, pero se reconcilió con su madre en la edad adulta. Charrier murió en 2025.
Bardot estuvo casada con Gunter Sachs, industrial alemán, de 1966 a 1969. Después de divorciarse, no volvió a casarse hasta 1992.
Le sobreviven su cuarto esposo, Bernard d’Ormale, exasesor del difunto político francés de derecha Jean-Marie Le Pen; su hijo, Nicolas Charrier; una hermana, Marie-Jeanne Bardot; dos nietas, y tres bisnietos.
Bardot hablaba a menudo con amargura de su carrera cinematográfica y de la fama, de la que decía que le había robado su intimidad y su felicidad. En 1996, resumió su punto de vista a un periodista de The Guardian.
“Para mí, la vida se compone solo de lo mejor y lo peor, de amor y odio”"
Bardot se casó cuatro veces y mantuvo relaciones románticas públicas y de larga duración con otros hombres, como el actor Jean-Louis Trintignant y el cantante y compositor Serge Gainsbourg. Ella y Vadim se divorciaron en 1957. Su segundo esposo (1959-62) fue el actor Jacques Charrier, con quien tuvo un hijo. Tras el divorcio de la pareja, el niño fue criado por los padres de Charrier, pero se reconcilió con su madre en la edad adulta. Charrier murió en 2025.
Bardot estuvo casada con Gunter Sachs, industrial alemán, de 1966 a 1969. Después de divorciarse, no volvió a casarse hasta 1992.
Le sobreviven su cuarto esposo, Bernard d’Ormale, exasesor del difunto político francés de derecha Jean-Marie Le Pen; su hijo, Nicolas Charrier; una hermana, Marie-Jeanne Bardot; dos nietas, y tres bisnietos.
Bardot hablaba a menudo con amargura de su carrera cinematográfica y de la fama, de la que decía que le había robado su intimidad y su felicidad. En 1996, resumió su punto de vista a un periodista de The Guardian.
“Para mí, la vida se compone solo de lo mejor y lo peor, de amor y odio”"
Brigitte Bardot: una vida en imágenes
"El cine convirtió a la actriz francesa en una estrella, pero la fotografía cimentó su estatus de icono. "
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