A propósito
de las Fiestas de Quito, comentaba a mis compañeros de épocas escolares que Gualberto
y Margarita (Integrantes fundadores del Café Charlón) tienen la grata costumbre de invitarnos a su casa
para celebrar y que eran unos magníficos anfitriones, por lo que ya constaba en
mi apretada agenda (único evento)
Mi compañerito de la escuela Carlos
Quelal, envió un mensaje de donde viene la palabra “Anfitrión”, indicaba: mucho ojo ya que hemos vivido engañados por lo que una dosis de conocimiento gratuito no
nos cae nada mal.
Consulté en
internet el texto, existen diferentes sitios con la historia de “Anfitrión” y
ubiqué lo más parecido, al mensaje de Carlos en el sitio O César o Nada, publicación Nadie quisiera ser un buen anfitrión…
“Anfitrión,
al parecer, fue un importante general tebano del siglo II a.C., casado con una
mujer muy bella llamada Alcmena.
Tal era su
belleza que el mismo Zeus se enamoró de ella. En una de las ausencias de
nuestro general por las guerras, Zeus adoptó la apariencia del bueno de
Anfitrión y se acostó con una Alcmena convencida de estar gozando con su
marido.
Tal era el
deseo de Zeus que ordenó tres días continuos de noche para alargar su goce. Al
final Alcmena quedó embarazada por partida doble, de Zeus (Hércules) y de su
marido (Ificles).”
En el mensaje Carlos indica que el
término “anfitrión” pasó a tener el
sentido de “Aquel que recibe en su casa” al sinónimo
de cornudo tranquilo, pendejo y feliz.
Cuando alguien le diga que Usted es
un buen anfitrión, mándelo a la … y por las dudas esté atento y vigile a su
vieja, no vaya a ser que algún “Zeus” esté atendiéndola y al rato ande Usted
feliz de la vida manteniendo a varios Herculi…, perdón … varios pequeños Hércules en
su casa y de paso sonriéndole a su mujer.
Demasiada cultura puede ser un
problema y ahora nadie quisiera ser un
buen anfitrión …
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