Les comparto la información y el saludo del autor de ese blog:
“Mi nombre es
Guillermo Cánovas. He dirigido durante los últimos 12 años el Centro
de Seguridad en Internet para los menores en España, dependiente del Safer Internet
Programme de
la Comisión Europea. En 2001 fundé la organización de protección de la infancia PROTEGELES, y desde entonces
mi trabajo se centra en procurar la seguridad de los menores en el uso de
internet y demás tecnologías de la información y la comunicación. En 2013
recibimos el Premio UNICEF Transforma, por haber generado con nuestra labor
diaria cambios reales en la vida de los niños. Ese mismo año tuve el honor
de ser condecorado con la Cruz de la Orden del Mérito. Soy profesor, escritor
con diversos libros y estudios editados, y dicen que un “experto” en este tema.
Yo, la verdad, discrepo.
No
creo que nadie pueda considerarse un “experto” en el tema del que intento
ocuparme en este blog: el
impacto de las nuevas tecnologías en el desarrollo del cerebro y las
estructuras de pensamiento de los niños y adolescentes, su identidad y
personalidad, sus relaciones, etc.Podremos llegar a manejar mucha
información y conocimientos en un momento dado, pero sólo podremos hacerlo durante
unas semanas o meses. No se trata de intentar convertirse en expertos, sino de
aprender. Para ello hemos de reconocer lo efímero de muchos de los
conocimientos que creemos poseer. Internet y las TIC se encuentran en un
constante proceso de cambio y evolución, y los adolescentes también. Y nuestros
conocimientos sobre el cerebro también. Las tecnologías de hoy no son como las
de hace cinco años, y los niños y adolescentes no son como éramos nosotros. Lo
que viven es muy distinto, no se comunican igual, no se relacionan de la misma
manera, ni tienen las mismas expectativas. La evolución y los cambios son cada
vez mayores y de mayor calado, y más rápidos que nunca. Es la primera vez que
en una sola generación se producen tantos cambios sociales o culturales, y
tantos cambios que repercuten en la configuración de nuestro cerebro.
Pocas
cosas están teniendo un impacto tan grande en nuestra especie y nuestras
sociedades como las llamadas nuevas
tecnologías, y apenas estamos empezando a vislumbrarlo. Pero lo veremos, no
les quepa la menor duda. El espectacular desarrollo del cerebro en la especie
Homo ligada a la ingesta de carne hace 2 millones de años… la sustitución del
pensamiento oral por el pensamiento surgido tras la creación de la escritura y
la lectura hace 5.000 años… la generalización del consumo de libros tras la
invención de la imprenta moderna en el siglo XV… la digitalización de la
información, la cultura, el ocio, la música y hasta las relaciones en el siglo
XXI… Cada cambio importante ha modificado la estructura de nuestro cerebro,
nuestra forma de procesar la información y nuestra forma de pensar y
relacionarnos. Y lo cierto es que los cambios que se han producido hasta ahora,
fijados por la selección natural, nos han beneficiado enormemente. Somos lo que
somos gracias al cambio, y gracias a la plasticidad de nuestro cerebro.
Pero
hasta ahora, los cambios no se habían producido de una forma tan vertiginosa, y
tantos en una sola generación. Las diferencias entre los Nativos Digitales y los adultos no familiarizados con
las TIC son muy importantes, y cada vez mayores. Y ahora estamos comenzando a
estudiarlos. Sabemos poco. Es mucho más lo que nos queda por determinar. Y
además, si queremos ser objetivos y aprovechar lo que nos brindan las TIC y el mundo
de la conexión permanente, hemos de diferenciar bien entre lo real y lo
especulativo. Hemos de librarnos de prejuicios, de ideas preconcebidas y de
multitud de tópicos e intereses creados. Y hemos de tener muy claro que las
respuestas más fiables no las obtendremos de los tecnófobos, que consideran que
internet y las TIC han llegado prácticamente para destruir a nuestra juventud y
terminar con nuestra sociedad. Aquellos que piensan que cualquier tiempo pasado
fue mejor, no son los que arrojarán luz sobre las distintas cuestiones que
trataremos. Pero tampoco lo serán los frikis, los tecnoadictos, o los que creen
que internet es la solución a todos los problemas del mundo. Ni tan siquiera es
la solución para todos los problemas relacionados con la educación.
Si
tuviera que considerarme un experto, diría que soy un experto en dudar, en
rectificar y en corregir. He aprendido que la maravillosa plasticidad de
nuestro cerebro se ha impuesto durante la evolución gracias a que es,
precisamente, lo que nos permite cambiar y adaptarnos a casi toda circunstancia
nueva. Pero cuidado: no dejemos que nuestro cerebro se adapte a cualquier cosa…
porque es capaz de hacerlo. Estudiemos la nueva realidad que viven los más
pequeños, valoremos unos y otros aspectos. Evaluemos. Y finalmente quedémonos
con lo bueno, con lo aprovechable, y pongamos de manifiesto lo negativo para
prevenirlo o combatirlo una vez que surja. Las TIC traen muchas cosas buenas,
pero otras no lo son en absoluto.
La
llamada brecha digital ha pasado en poco tiempo a ser una brecha generacional,
y es ya una brecha evolutiva. Un escalón muy importante.
Pero
¿realmente es para tanto? Rotundamente sí. ¿o no? Dudemos en un principio
también de esto Lo iremos descubriendo juntos, poco a
poco, y al mismo tiempo que vamos tratando cuestiones relacionadas, como la
identidad, la privacidad, la seguridad o la adicción.”
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