"Un hombre se sintió mal en la calle, cayó al suelo y fue llevado a un hospital católico administrado por monjas, en donde lo operaron del corazón.
Cuando despertó, a su lado estaba la monja tesorera del hospital, quien le dijo:
Su cirugía fue un éxito, sin embargo existe un asunto que hay que determinar.
¿Tiene usted seguro médico?
- No hermana.
¿Tiene tarjeta de crédito?
- No hermana.
¿Puede usted pagar en efectivo?
- No tengo dinero hermana.
La monja empezó a sudar frío, pero continuó:
Entonces... ¿podrá pagar con un cheque?
-Tampoco hermana.
La monja, ya desesperada, prosigue:
Bueno, tiene algún pariente que pueda hacerse cargo de la cuenta?
- Ah, bueno, sí, sólo tengo una hermana solterona, que es monja, pero no sé si ella pueda pagar.
La monja, lo corrigió severamente, diciendo:
Disculpe señor, pero las monjas ¡No somos solteronas! ¡Estamos casadas con Dios!!
- ¡Ah ! ¡Magnífico!
- ¡Entonces hágame el favor de mandarle la cuenta a mi cuñado!
Y... así fue cómo nació la expresión... "QUE DIOS TE LO PAGUE"
También le recordé a Esposita lo que era la definicón de matrimonio, extraigo unas de la publicación Reflexiones para tí y para mí - Definición de matrimonio (otras no se aplica en mi caso)
"Definición de matrimonio
1. Acto religioso mediante el cual se crea un Cristo más y una virgen menos...
3. Única sentencia a cadena perpetua que se cancela por el mal comportamiento....
5. Matemáticamente: suma de afecto, resta de libertades, multiplicación de responsabilidades, y división de bienes.
6. Dícese de la principal causa del divorcio. ...
8. Es la forma más rápida de ponerse gordo.
9. La única guerra, en la que se duerme con el enemigo.
10. Es lo que resulta cuando en la "guerra de sexos", tú decides tomar una prisionera. ..."
"Un señor de unos 70 años de edad viajaba en el tren, teniendo a su lado, como compañero de vagón, a un joven universitario que leía su libro de ciencias. El caballero, a su vez, leía un libro con la portada de color negro. El joven se percató de que aquel libro de pastas oscuras era la Biblia.
Sin mucha ceremonia, el muchacho interrumpió la lectura del anciano y le preguntó: "Señor, ¿usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y cuentos?" A lo que respondió su interlocutor: "Sí. Pero no es un libro de cuentos, es la Palabra de Dios. ¿Estoy equivocado?"
Con aire de condescendencia, el universitario le espetó: "Pues claro que lo está. Creo que usted debería estudiar Historia Universal. Vería que la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100 años, mostró la miopía de la religión. Solamente personas sin cultura creen aún que Dios hizo el mundo en siete días, o cosas así. Usted debería conocer un poco más acerca de los descubrimientos obtenidos por nuestros científicos y lo que dicen de todo eso".
El anciano, con gesto de sorpresa, preguntó: "Y.., ¿es eso mismo, lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia. Que este libro es un cuento?". El joven, con una sonrisa irónica en su rostro, le dijo: "Bien, como voy a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de explicarle. Pero déjeme su tarjeta con su dirección para mandarle material científico por correo con la máxima urgencia".
El anciano entonces, con mucha paciencia, abrió cuidadosamente el bolsillo derecho de su bolso y le dio su tarjeta al muchacho. Cuando éste leyó lo que allí decía, salió cabizbajo, sintiéndose más simple que una ameba. En la tarjeta decía: Profesor Doctor Louis Pasteur. Director General del Instituto de Investigaciones Científicas de la Universidad Nacional de Francia.
Este hecho, que data de 1892, se recoge en la autobiografía del Dr. Louis Pasteur, quien afirmaba que "un poco de ciencia nos aparta de Dios. Mucha, nos aproxima a Él". Se podría afirmar que nuestro protagonista hizo suyo aquel refrán que reza: "El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente".
Es quizás la mejor definición aplicable a más de un profesor o "intelectualoide" de tres al pelo, que adoctrina las conciencias de infantes y jóvenes con una patulea de opiniones, que adolecen de ciencia y están sobradas de ideología anticlerical. "Idiota", según el diccionario, es alguien "engreído sin fundamento para ello". La vida misma: individuos encumbrados en su estupidez que, vertiendo sus opiniones en conciencias ajenas, alejan al pueblo de Dios y de la Verdad. Ya lo avisaba esa Biblia despreciada por el joven, en el Antiguo Testamento; concretamente en el libro del Eclesiastés 1,15: "Stultorum infinitus est numerus": el número de los tontos es infinito."
Para los que leen poco, sugiero el video Ciencia Vs Religion