domingo, 19 de julio de 2020

BBC El irresistible encanto del “Doctor Amor”


Artículo publicado en la BBC




"Siento mucho, querido amigo, estropear tu velada de esta manera, pero tengo al menos una bala en el estómago", decía la nota que recibió una noche del verano parisino de 1918 el doctor Thierry de Martel.

Inmediatamente acudió a atender al remitente, quien solicitó que no lo durmieran durante la operación. Después de todo, era uno de los cirujanos más expertos en ese tipo de heridas y quería supervisar la intervención.

Se llamaba Samuel-Jean Pozzi, y era un médico tan célebre que en las calles francesas se vendían postales con su retrato.

Pero ni la pericia de Martel, ni la experiencia acumulada de Pozzi como voluntario con el cuerpo médico en la Guerra Franco-Prusiana de 1870 y en la Primera Guerra Mundial desde 1914 hasta ese día lograron salvarlo.

"Con admirable lucidez, guio los esfuerzos de sus colegas cirujanos y parecía que el éxito estaba asegurado cuando una hemorragia repentina se lo llevó en cuestión de minutos", diría al día siguiente la Sociedad de Cirujanos de París. ..."



Por favor lea el artículo completo, al final del mismo se indica:



"... En 1879, el encantador amigo de las mujeres se casó, al parecer enamorado. Pero casi desde el principio su relación de pareja se amargó, en gran parte porque Therese insistió en que su dominante madre viviera con ellos.

Aunque tuvieron tres hijos, su matrimonio nunca fue feliz.

Pozzi no se resignó a vivir sin amor, tuvo varios affaires con más mujeres espléndidas, hasta que conoció a Emma Sedelmeyer Fischhof.
Hija de un comerciante de arte y esposa de un criador de caballos, Emma era una mujer hermosa y culta que se convirtió en su amante en 1890.

Quiso casarse con ella, pero su esposa se negó a concederle el divorcio.

No obstante, su amada Emma siguió siendo su pareja por el resto de su vida.

Fue a ella a quien dos años antes de esa fatídica noche de verano de 1918 le dejó escrita en verso su última voluntad:

"Querida, a mi lecho de muerte no convoques a ningún sacerdote
Que no deje ningún cáliz u hostia sagrada
Él me diría sin duda, y yole podría creer,
Que me equivoqué al amarte más de lo que amé a Dios"."


Al consultar sobre el Dr. Samuel-Jean Pozzi, se presentan algunas referencias



 

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