sábado, 13 de abril de 2019

Diferencias entre un profesor y un maestro


Una referencia del texto la ubiqué en Diferencias entre un profesor y un maestro



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Un profesor sustenta su saber sobre un título académico; un maestro lo hace sobre toda una vida de experiencias y aprendizaje.

Un profesor enseña el contenido de una materia; un maestro enseña todo lo que sabe.

Un profesor fue antes un alumno; un maestro fue un discípulo.

Un profesor enseña conocimientos, necesarios o no, para vivir; un maestro enseña a vivir.

A un profesor nadie le discute sus afirmaciones; un maestro está siempre abierto a la sana discusión.

Un profesor no suele conocer a sus alumnos; un maestro no admite a un discípulo sin antes conocerlo.

A un profesor le imponen la materia a enseñar; un maestro sólo enseña su saber.

Un profesor evalúa a sus alumnos por escrito; un maestro lo hace con la mirada.

Un profesor muestra unos conocimientos generales; un maestro abre todo un camino a sus discípulos.

Un profesor necesita encontrar un colegio donde impartir sus clases; un maestro es buscado por sus discípulos.

Un profesor cambia de materia según la legislación vigente; un maestro cambia según su experiencia vital.

Un profesor puede ser joven; un maestro, nunca (sería una contradicción).

Un profesor nunca se equivoca: si está escrito en el libro es que es así; un maestro basa su sabiduría en los errores cometidos en el pasado y en los que aún están por cometer.

Un profesor sólo será respetado si la ley de turno lo permite; un maestro infunde respeto en todo momento, incluso a los que no le conocen.

A un profesor también le imponen los alumnos; un maestro tiene el privilegio de seleccionar él a sus discípulos.

Un profesor abandona a sus alumnos cuando la ley de turno se lo exige; un maestro sólo los deja cuando él cree que ya no es necesaria su presencia.

A un profesor le estipulan el tiempo que debe pasar con sus alumnos cada jornada; un maestro vive para sus discípulos, y éstos para él, las veinticuatro horas del día.

El profesor enseña, los padres educan, el gobierno propugna las leyes; el maestro lo es todo para el discípulo, está por encima de todos.

El profesor castiga al desobediente; el maestro aprovecha el error del discípulo para darle una lección.

El profesor enseña con el libro por delante; el maestro lo hace con el ejemplo.

Un profesor impone conocimientos; un maestro, los propone.

Un profesor adoctrina a sus alumnos en la corriente actual; un maestro enseña a sus discípulos a pensar y, por tanto, a crear su propia corriente.

En definitiva, un maestro es siempre un pozo de sabiduría, mientras que un profesor puede ser un completo idiota.

Posdata: Cualquier profesor puede convertirse en maestro si él (o ella) lo desea y tiene actitudes, de hecho, algunos lo son (aunque, por desgracia, muy pocos)"




 
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